Indicada a todas las personas que realicen algún tipo de deporte, ya sea de manera frecuente o puntual. La osteopatía tiene un rol preventivo muy importante en este sector, cuanto mejor estemos físicamente, mejor responderá nuestro cuerpo al hacer deporte.
Al igual que tiene un papel importante en la prevención, también lo tiene en la recuperación ante una posible lesión. Es imprescindible que el deportista nos detalle sus entrenamientos y sus hábitos rutinarios en su día a día, para así constatar que rendimiento físico tiene. La persona debe tener unos hábitos saludables tales como un sueño reparador; buena alimentación e hidratación; consciencia corporal para corregir las malas posturas; y estirar la musculatura una vez finalizada la práctica deportiva.
Como cada deporte tiene un nivel de exigencia y una implicación distinta en las diferentes partes del cuerpo, el osteópata deberá adaptarse a cada paciente y a cada situación. Con una visión global, se trabajarán aquellas zonas más bloqueadas o con limitación de movimiento (hipomóviles), con el fin de liberar las zonas que están trabajando en exceso, y por lo tanto presentan una lesión, como por ejemplo las tendinitis.