Como el resto de estructuras del cuerpo, los huesos del cráneo tienen movilidad propia. El movimiento es vida, y por lo tanto, es salud. La osteopatía craneal se basa en el tratamiento de las restricciones que puedan aparecer en esos movimientos craneales, ya sea un recién nacido o una persona adulta.
Se realiza una escucha craneal de manera sutil para valorar la calidad del movimiento de los huesos craneales, de esta manera el osteópata puede tratar los posibles bloqueos que perjudiquen la salud del paciente. Entre hueso y hueso están las suturas craneales, las cuales son articulaciones fibrosas y cada una se expresa en una dirección y movimiento diferente, por lo tanto precisarán de técnicas específicas. De la misma manera que abordamos el cráneo también debemos hacerlo con el sacro, ya que estas dos estructuras van ligadas por unas membranas llamadas meninges, las cuales pasan por toda la columna. De manera que podemos imaginar que una tensión a nivel del cráneo nos puede dar una sintomatología lumbo-sacra, y de la misma manera una tensión inferior nos puede afectar en la base del cráneo y/o cervicales altas.
La osteopatía cráneo-sacral aporta numerosos beneficios, algún ejemplo de disfunciones en las que puede ayudar son: atrapamiento del nervio trigémino; migrañas; cefaleas tensionales; dolores retro-oculares; tensiones en la mandíbula (Articulación Temporo-Mandibular ATM); etc.
La Articulación Temporo-Mandibular tiene su origen en el hueso temporal, por delante del oído medio, como dice la palabra, une el hueso temporal con la mandíbula. Habitualmente encontramos en consulta disfunciones en esta articulación, y por lo tanto también problemas de masticación; oclusión; deglución; de postura; etc.
En una situación fisiológica o normal, la ATM trabaja de manera simétrica derecha e izquierda, pero este equilibrio puede verse perturbado, ya sea por sobreuso de un lado o por un traumatismo, de manera que podemos encontrar diferentes síntomas: crujido articular; dolor cervical; cefaleas; afectación del trigémino; mareos; dolor en musculatura masticatoria; etc.
Con técnicas específicas de osteopatía y ejercicios sencillos, podemos volver a recuperar la armonía en esta articulación y por tanto también en las estructuras de alrededor.