A medida que el embarazo va avanzando, la mujer experimenta múltiples cambios en el cuerpo, ya sean hormonales o físicos, de manera que pueden verse comprometidas distintas partes del cuerpo causando dolor. Al haber un aumento de peso importante en la zona abdominal, la columna lumbar aumenta la lordosis y puede padecer disfunciones, llegando incluso a irritar el nervio ciático y provocar una ciatalgia en la embarazada. También pueden aparecer diferentes síntomas en otras zonas del aparato locomotor, es ahí donde la osteopatía puede actuar, aportando grandes beneficios a la salud de la mujer embarazada y a su bebé.
¿Cuándo se recomienda visitar al osteópata?
Independientemente de que haya dolor o no, es recomendable visitar al osteópata cuando se está embarazada una vez al trimestre (cada caso es distinto), de manera que se pueda hacer un trabajo preventivo, corrigiendo las posibles disfunciones que puedan aparecer a lo largo del proceso y armonizando todo el conjunto para el buen desarrollo del bebé.
La osteopatía favorece la buena circulación y el buen drenaje linfático, descongestionando la zona y reorganizando el buen posicionamiento de los órganos y de la pelvis. De esta manera vamos acompañando y preparando al cuerpo para el momento del parto.
Se trata de técnicas sutiles, trabajando las membranas y fascias del cuerpo. Teniendo en cuenta siempre cada caso y adaptándose a las necesidades de cada embarazada.