Como ya hemos hablado en el anterior artículo, durante el embarazo y el parto nuestro suelo pélvico sufre muchas presiones y tensiones que pueden provocar debilidad muscular y disfunciones asociadas, por tanto, después del parto será muy importante realizar una valoración exhaustiva para pautar la recuperación del periné.

En primer lugar, se realizará una anamnesis, es decir recopilaremos toda la información sobre el embarazo y el parto, como se desarrolló la gestación, como se desencadenó el parto, cuanto tiempo estuvo con la dilatación como la expulsión en si, si se aplicó epidural o no y qué tipo…, si hubo desgarro o episiotomía, si se usó instrumental, como fueron los pujos…

Después se efectúa la exploración, en primer lugar, observamos la postura, toda la musculatura de la faja abdominal, si hay diástasis (separación de los músculos rectos anteriores del abdomen) o no, como está la musculatura abdominal (ya que dicha musculatura interfiere directamente en la pélvica).

Cuando ya se ha valorado a nivel externo se realiza la exploración intracavitaria, para:

  • Evaluar el estado y el tono de la musculatura perineal y del suelo pélvico, tanto vaginal como rectal)
  • En casos de episiotomía o desgarro visualizar la cicatriz.
  • Confirmar involución uterina (vuelta del útero a su tamaño y posición normal).
  • Evaluar el estado de las vísceras pélvicas en reposo y con presión.
  • Valorar si hay lesión del nervio pudendo (nervio que inerva toda zona perineal).
  • Identificar posibles hemorroides, muy frecuentes después del parto.

Con toda la información recabada se pauta el tratamiento que puede constar de:

  • Masaje de la cicatriz, ya sea de la episiotomía o del desgarro, para evitar posibles queloides (durezas en la cicatriz), pinchazos en la zona y, en muchos casos dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales).
  • Trabajo electro-estimulación intracavitaria, donde también hay asociada lesión del nervio pudendo.
  • Trabajo de bio-feedback para reactivar el tono de la musculatura perineal.
  • Ejercicios de Kegel.
  • Trabajo con ejercitadores del suelo pélvico (bolas chinas, pesarios…).
  • Trabajo manual de liberación de la pelvis, ya sea de la zona baja abdominal para descongestionar, como de liberación de vísceras, movilización del útero, vejiga, pared vaginal posterior.
  • Masaje de la musculatura perineal (en casos de que el parto provoque una contractura en algún músculo del suelo pélvico).
  • Trabajo a nivel de fascias abdominales y de musculatura abdominal.
  • Gimnasia abdominal hipopresiva©.

Por tanto, el fisioterapeuta especializado decidirá el tratamiento a realizar para cada caso, y lo adaptará a las necesidades de cada mujer, según su experiencia en su embarazo y su parto.